Sí, las enfermedades mentales pueden ser hereditarias en cierta medida. Hay una clara evidencia de que algunos trastornos mentales tienen una base genética. Es decir, hay ciertos genes que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar un trastorno mental. Sin embargo, no todos los trastornos mentales tienen una base genética clara, y muchos otros factores, como el estrés, los eventos traumáticos y el estilo de vida, también pueden contribuir al desarrollo de estas condiciones.
Entre los trastornos mentales que se cree que tienen una base genética se encuentran la esquizofrenia, el trastorno bipolar, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y algunos trastornos del espectro autista (TEA). Por ejemplo, se ha demostrado que los familiares de primer grado de las personas con esquizofrenia tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad que la población general.
Es importante tener en cuenta que la genética no es el único factor que contribuye al desarrollo de los trastornos mentales. El ambiente y otros factores externos también desempeñan un papel importante en el desarrollo de estas condiciones. Además, incluso si hay un componente genético, no necesariamente significa que alguien que tenga antecedentes familiares de un trastorno mental vaya a desarrollarlo. La combinación de factores genéticos y ambientales es lo que influye en la aparición de los trastornos mentales.
Evalúa gratis tus síntomas y háblanos de lo que te preocupa
Recibe tu primera evaluación gratis con recomendaciones personalizadas
Empieza tu programa con tu ruta personalizada y objetivos mensuales
Entra en nuestra comunidad, comparte tu experiencia y recibe apoyo