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Dana Lane
March 28, 2024
•
3 min de lectura
El suicidio es un problema de salud mental muy grave, pero a menudo comprendiendo los factores de riesgo y conociendo la prevención adecuada se puede ayudar a las personas en crisis. Descubre aquí cómo los profesionales de la salud pueden apoyar a los que están viviendo con depresión o un trastorno mental, así como herramientas útiles para ayudar a quienes tienen pensamientos suicidas.
Identificar factores de riesgo
Debemos primero reconocer algunos de los factores que predisponen a una persona al suicidio o el intento de éste. Estos factores incluyen la depresión, un trastorno límite de la personalidad, el duelo reciente por la pérdida de un ser querido, trastornos mentales severos o crónicos, abuso de sustancias y/o dependencia a las mismas, ideas negativas sobre sí mismo y enfrentarse a situaciones muy difíciles. La identificación temprana puede ayudar a promover un enfoque preventivo para mejorar el bienestar mental general y prevenir posibles comportamientos autolesivos.
Fortalecer las redes sociales y el apoyo.
Una primera manera para promover un bienestar mental positivo y prevenir el suicidio es fortalecer los recursos de apoyo social. Estos recursos son algunas de las principales armas para tratar la depresión y otros problemas relacionados con la salud mental debido a que ofrecen tanto soporte material como emocional. Esté preparado para identificar problemas relacionados con el bienestar y ofrezca apoyo sin juzgar. Si un amigo o ser querido le está contando sobre sus luchas, escúchalo atentamente sin invalidarlos ni criticarlos por cómo se sienten o cómo piensan.
Darle espacio a quienes estén en crisis para hablar de sus problemas o sentimientos negativos
Cuando una persona está luchando con la depresión o intentos de suicidio, es importante ofrecerles un espacio seguro e inclusivo para hablar sobre sus pensamientos y sentimientos. Además de mostrarles comprensión y aceptación, trata de no hacer suposiciones acerca del estado mental de la persona en crisis. Pregúntale lo que piensas que necesita para tener el apoyo adecuado. Si crees que un profesional podría ser útil para la persona, recomiéndaselo sin presionarlos.
Promover actividades saludables que alteren el humor y desarrollen autocuidado y relajación
Promover el autocuidado y actividades relajantes pueden ayudar a aliviar la ansiedad y mejorar el estado de ánimo. Algunos consejos para promover un estilo de vida saludable son: realizar ejercicios regularmente, practicar meditación, llevar una dieta equilibrada, dormir adecuadamente y pasar tiempo con amigos. Estas actividades podrían ayudarte a enfrentar sentimientos negativos y mejorar tu autoestima.
Reconocer los signos de una crisis emocional e investigar las opciones de asistencia disponibles para los que necesiten ayuda
Los signos físicos y emocionales de una crisis emocional pueden incluir irritabilidad, inquietud o ansiedad excesivas, depresión, desesperanza e impulsividad. Si estás preocupada por alguien que podría estar pasando por una situación similar, ofrécele nuestra ayuda para poder ayudarle. La ayuda profesional nunca es una señal de debilidad; todos necesitamos recibir asistencia y apoyo a veces.
