Dana Lane
September 26, 2024
•
5 min de lectura
La salud mental es tan importante como la salud física, especialmente cuando se trata de controlar el estrés, el comportamiento y el aprendizaje. Si bien no todos los problemas de salud mental se pueden prevenir, existen medidas que puede tomar para ayudar a tu hijo a mantenerse mentalmente tan saludable como sea posible.
Una de las mejores cosas que podemos hacer para mantener a nuestros hijos sanos mentalmente es cuidar de nuestra propia salud mental. Recuerda que los niños buscan a sus padres para aprender a gestionar situaciones estresantes. Asegúrate de tomarte un descanso de vez en cuando para relajarte y desestresarte. Tu hijo aprende observándote.
Además, si los padres tienen problemas de salud mental no tratados, es más probable que los niños desarrollen problemas de salud mental. Las investigaciones demuestran que cuando los padres reciben tratamiento de salud mental o medicación, los síntomas de salud mental de los niños también mejoran.
La relación padre-hijo es muy importante, pero no sólo eso. Un niño mentalmente sano tendrá una variedad de relaciones con otros miembros de la familia, como abuelos y primos, así como con amigos y vecinos. Mantener estas relaciones puede marcar la diferencia en la salud mental de tu hijo. Si está lejos de sus seres queridos, se creativo y haz todo lo posible para alentar a tus hijos a vincularse con ellos.
Tu relación con tu hijo juega un papel importante en su salud mental, y una relación sólida comienza con la creación de confianza. Una forma de generar confianza es crear sensación de seguridad. Esto significa satisfacer las necesidades físicas y emocionales de tu hijo, cuidándolo cuando tenga hambre, sed, calor, frío, miedo, preocupación o tristeza.
Los niños anhelan la previsibilidad y la estructura. Quieren saber qué pasos tomar a continuación, cuáles serán las consecuencias si rompen las reglas o qué privilegios recibirán por su buen comportamiento. Cosas como mudarse a una nueva ciudad o pasar por un divorcio pueden crear caos y cambios dramáticos que pueden ser difíciles para los niños. Cuando tienen problemas para manejar sus emociones, a menudo se retraen, se ponen ansiosos o comienzan a demostrarlo. Mantener una disciplina constante y asegurarse de que su hijo sepa qué esperar cada día lo ayudará a controlar sus emociones.
Haz lo que dices y di lo que piensas. Tu hijo necesita que sea constante, honesto y amoroso. Encuentra maneras de demostrarle que le quieres y que puede confiar en ti para mantenerle seguro y saludable. Crea una rutina, mantén un calendario y planea un día divertido para tu familia cada semana.
Una dieta saludable, un buen sueño y mucha actividad física no solo son buenos para la salud física de tu hijo, sino que también son importantes para su salud mental. Enseña a tus hijos hábitos saludables que mantengan sus mentes y cuerpos en buena forma. En el proceso, puede mejorar la salud mental de toda su familia.
Si bien es importante proteger a tu hijo de traumas como el abuso y la intimidación, no vas a poder evitar el estrés de tu hijo. El estrés es una parte normal de la vida, y aprender a manejarlo de una manera saludable ahora, preparará a tu hijo para el éxito en el futuro. Da a tu hijo las habilidades que necesita para lidiar con estas situaciones ahora para desarrollar su resiliencia mental. Esto puede significar pasar más tiempo juntos y hablar sobre las cosas que le molesta. Determina qué puede hacer tu hijo para controlar sus niveles de estrés cuando está pasando por un momento difícil.
Un niño sano necesita jugar tanto física como mentalmente. Deja de lado el trabajo, las tareas y otras responsabilidades para concentrarte únicamente en tus hijos.
Algunos niños son naturalmente más tímidos o pesimistas que otros. Esto no siempre es un problema. Sin embargo, hay una línea en la que se puede convertir en una preocupación. Si notas que tu hijo está triste o demasiado ansioso en situaciones normales, puede haber un problema. Asimismo, los cambios de humor o comportamiento que duren más de dos semanas también pueden indicar un problema. También debe observar posibles problemas con la falta de concentración o la incapacidad para quedarse quieto. Sin embargo, antes de que te preocupes demasiado, ten en cuenta que es posible que el problema no sea grave ni duradero. A veces, un poco de estrés puede hacer que un niño muestre signos de ansiedad, pero estos generalmente pasan.
Se estima que solo el 21% de los niños con problemas de salud mental reciben tratamiento. Esto significa que la mayoría de los niños con problemas de salud mental no reciben la ayuda que necesitan. Nunca es demasiado pronto para que un niño mejore mentalmente. De hecho, el asesoramiento es incluso muy práctico para toda la familia. Un buen programa para una buena salud mental de los niños debe proporcionar recursos y apoyo a los padres que también pueden estar luchando.
Se proactivo para mantener a su hijo lo más en forma mental posible y recuerde que la intervención temprana puede ser la clave para tratar el problema de la manera más eficaz posible.
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